Consejo: Cuando entintes el sello, ten cuidado de no manchar el borde del caucho o si lo haces, retira la tinta con una toallita o acabarás estampando el sello que quieres y el borde de la base de madera. ¡Y da una rabia!
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Detalle trasero de los sellos de caucho con base de madera. |
2. Sellos de caucho con base de metacrilato.
Al igual que los anteriores, tienen ya una base a la que están adheridos.
En este caso, este tipo de sellos son un cruce entre los anteriores y los sellos acrílicos, ya que ambos necesitan una base de metacrilato para controlar la estampación.
Los sellos de artesanos como los de Mèli-Mèlo, mis favoritos, suelen tener estos formatos. Ahora mismo su tienda de Etsy está cerrada pero volverá pronto, ¡no os los perdáis! Estampan a la perfección y los diseños son muy originales.
3. Sellos de caucho sin base.
El concepto es exactamente igual que el anterior salvo que seremos nosotros los que pondremos los sellos en la base que tengamos. Existen técnicas de estampado que defienden evitar el uso de la base para que la definición de los sellos no sea tan perfecta, ideal para hacer fondos.
Me gusta este concepto de sello porque ocupa poco y los puedo almacenar igual que los sellos acrílicos. (Tal y como os conté aquí).
Los sellos de caucho se presentan normalmente en los tres soportes anteriores pero no son los únicos. Este es otro ejemplo, sellos de en base de espuma de alta densidad. Tienen muy buena calidad de estampación.
Para terminar esta sección os enseño cómo los tengo almacenados. Los guardo en los cajones del organizador de escritorio del que os hablé aquí.
Además de los sellos de caucho, están los sellos acrílicos, mis favoritos. No sólo por su versatilidad, facilidad de almacenaje, y de estampación, ya que al ser transparentes, puedes volver a estampar sobre sí mismo.
Hay infinidad de modelos y calidades, es fundamental guardarlos correctamente y cuidarlos porque tienden a coger color y a amarillear un poco. Al final del post os contaré cómo limpiar y proteger los sellos.
4. Sellos acrílicos.
Este tipo de sellos necesitan un soporte al que adherirse para controlar la estampación, normalmente una base de metacrilato o cualquier otra superficie "provisional" que podáis utilizar para adherirlo.
Hay de muchas tamaños, aunque considero que para empezar, podríamos conformarnos con un bloque de tamaño mediano que podrás utilizar con casi cualquier sello que tengas.
En la imagen inferior os enseño cómo quedan entintados dos de los triángulos de este set de Gigi et moi. Simplemente elegimos el sello que queremos, lo despegamos del papel de acetato en el que vienen adheridos y lo colocamos sobre la plancha de metacrilato. Elegimos la tinta que queremos utilizar (en función de la que elijas obtendrás distintos efectos, ya hablaremos de esto otro día).
Para terminar, no quiero olvidar decirte lo importante que es el cuidado de los sellos. Inmediatamente después de su uso, debes limpiarlo con una toallita húmeda tipo las de bebé (Cuanto más neutras mejor) y devolverlos a su sitio. Evita dejarlos a la luz porque los acrílicos tienden a amarillear.
Si utilizas tintas de secado rápido (que ya analizaremos con detenimiento en próximos post) extrema la precaución porque es probable que la tinta se seque sobre el sello.
Existen en el mercado limpiadores específicos de sellos aunque no son imprescindibles.
Ten en cuenta que, aunque los cuides bien, con el tiempo empezarán a ensuciarse. Eso significará que has sido feliz con tu material y lo has utilizado un montón. Vamos a considerarlo una señal de orgullo (¿cuántas cosas tienes que no has utilizado ni una sola vez?). ¡Utiliza bien (y mucho) tu material!
Te deseo un feliz scrapbook. Estaré encantada de escuchar cualquier comentario o sugerencia que quieras hacer sobre este o cualquier tema :)