¡Hola, hola!
Llevamos varias semanas escuchando en las noticias las alertas naranjas por bajas temperaturas, temporales de viento y nieve, etc. que afectan a nuestro ánimo (y al tiempo que tardamos en llegar al trabajo) y a nuestra piel.
Intento adaptar la rutina a las necesidades de ésta en cada estación. Es cierto que no tengo una piel extremadamente complicada pero es bastante sensible a los cambios de temperatura. A esto hay que añadirle una mudanza a otra cuidad y una sustitución: mi invierno húmedo del norte por un clima más frío (al que todavía no soy capaz de acostumbrarme). ¿Quién me iba a decir que lo iba a echar de menos?
Este cambio de vida ha provocado que mis necesidades de hidratación aumenten y haya tenido que incluir productos nuevos. Os muestro algunos de ellos:
1º paso. Limpiar
Salir de debajo del nórdico por la mañana cuesta más que nunca y lavarse la cara con agua fría no es un plan especialmente apetecible por lo que hay que buscar productos que nos "motiven" un poquito a pasar ese mal trago mañanero. Mi salvador está siendo el Hot Cloth Cleanser de Liz Earle, un limpiador tipo bálsamo que se retira con agua templada y deja una sensación de frescor muy agradable.
Sus ingredientes tienen un cierto efecto aromaterapéutico y hacen que la experiencia de lavarme la cara por la mañana sea más agradable. Aplico un "pump" de producto sobre la cara seca, masajeo con las manos y con la muselina que viene con el propio producto, humedecida en agua templada, retiro el jabón por completo. No deja para nada una sensación tirante y noto la piel hidratada, agradecida. Un placer, vaya.
Liz Earle es una marca que apuesta por una filosofía de ingredientes activos naturales (aunque he de decir que no esta afirmación no es del todo cierta ya que entre sus ingredientes hay algunos químicos). Este producto en concreto contiene cera de abeja, aceite esencial de eucalipto, manteca de karité y aceite de camomila, se ha convertido en uno de los best-sellers de la marca. (Os dejo aquí sus ingredientes para que comprobéis lo que os digo).
Aqua (water), Caprylic/capric triglyceride, Theobroma cacao (cocoa) seed butter, Cetearyl alcohol, Cetyl esters, Sorbitan stearate, Polysorbate 60, Glycerin, Cera alba (beeswax), Propylene glycol, Humulus lupulus (hops) extract, Panthenol, Rosmarinus officinalis (rosemary) extract, Anthemis nobilis (chamomile) extract, Eucalyptus globulus (eucalyptus) oil, Limonene, Citric acid, Sodium hydroxide, Phenoxyethanol, Benzoic acid, Ethylhexylglycerin, Dehydroacetic acid, Polyaminopropyl biguanide.
2º paso.Tonificar
No estoy utilizando ningún tónico al uso sino que lo he sustituido por la Hydrachange mist de Sensai. Este producto es una bruma facial del tipo de la de Avène o la Roche Posay pero ofrece un extra de hidratación. Ahora mismo la utilizo como tónico (sin algodón) por todo el rostro después de lavarme la cara. Se absorbe rápidamente y su ácido hialurónico contribuye a la hidratación. Es tan fresquita que ayuda a despertarme. (Así matamos dos pájaros de un tiro).
El problema....el precio. Cada vez que me la aplico siento una punzada en el estómago (creo que son remordimientos). Fue un regalo, un regalo que me ilusionó mucho pero si tuviera que repetir y comprarlo yo, creo me lo pensaría muy mucho. No la he utilizado nunca como bruma facial pero no la recomendaría a personas que no necesiten ese plus de hidratación, cualquier otra bruma puede servir para esa función sin tener que acudir a una de tan elevado precio.
3º paso.Hidratar.
Y ahora viene el quid de la cuestión, la crema hidratante. Hasta ahora estaba utilizando la Ultra-facial de Kielh´s que me va muy bien para estaciones más cálidas. Sin embargo, con este clima madrileño se me quedaba un poco corta, así que decidí volver a una que me ayudó mucho en un período de piel deshidratada hace algún tiempo: la crema de la gama Aquasource de Biotherm. Se supone que es un producto especialmente indicado para estas necesidades (pudiendo elegir entre la versión para pieles mixtas o pieles secas).
Me gusta mucho la textura tipo gel: es fresquita, se absorbe rápidamente y deja la piel muy hidratada. Hay gente que se queja un poco del olor de esta gama, tiene un punto cítrico que aunque no es mi aroma preferido, no resulta para nada molesto. Respecto a los brillos no puedo contaros mucha cosa porque yo no tengo especiales problemas con ellos a lo largo del día pero yo diría que deja la piel bastante mate.
4º paso. Protección solar.
¿A que pensabas que ya habíamos terminado? ¡Pues no! No podemos olvidarnos de este último paso ya que aunque mucha gente piensa que no es necesario usar protección solar en invierno, se equivocan. Los efectos del sol sobre nuestra piel no se concentran únicamente en verano, donde la exposición solar es directa. No, amigas, el sol de invierno también es malo.
Repite conmigo:
Elsoldeinviernotambiénesmalo...elsoldeinviernotambiénesmalo.
A mí me costó mucho entender esta filosofía e integrarla en mi rutina diaria pero esto es como rascar: todo es empezar. Lo que si debemos evitar es elegir factor solar que nos deje la cara blanca (si, todos sabemos a lo que nos estamos refiriendo, ¿eh?). Yo creo que en los últimos años, la diversidad de productos con SPF que nos permiten un buen resultado ha aumentado considerablemente. Uno de los que mejor efecto dejan antes de maquillarnos es el Dream Screen de Benefit.
Tiene un efecto aterciopelado y una textura tipo "leche densa" (lo siento pero no he podido encontrar un apelativo mejor). Deja la piel mate, casi efecto primer. Su factor de protección es 45 PA+++ (por si no lo sabéis, las siglas PA indican el grado de protección, a mayor número de +, mayor protección, en rango de PA+: fuerte, PA++: muy fuerte, PA+++:extra-fuerte).
Y esto es todo, amigos. Después ya pasaría a maquillarme. Otro día os enseñaré la rutina facial nocturna que intento complementar con ésta. ¿Habéis probado alguno de los productos que os he enseñado? ¿Qué opinión tenéis sobre ellos?
