Buenos propósitos: "Cómo ser más organizado y no morir en el intento" y un DIY chulo para proteger tu mesa.

Buenos propósitos: "Cómo ser más organizado y no morir en el intento" y un DIY chulo para proteger tu mesa.

• 13.4.15

Creo que el estudio es una de las estancias de la casa que más trabajo me da. Nunca está recogido y me paso el día refunfuñando y culpándome a mí misma por el desorden porque todavía no he acabado de ponerlo a mi gusto. Parecerá una tontería pero tener las cosas bien facilita que las organices mejor, yo creo que es porque las cosas que realmente te gustan las cuidas más.

Así que he decidido que esta frustración termine de una vez y voy a centrarme en mimarlo para acondicionarlo. Como en Apartment Therapy, he decidido hacer una adaptación de su proyecto: Saving the world, one room at a time. ¡Todo un reto!

Para empezar un proyecto de estas características hay que tener en cuenta varias variables. En primer lugar, tenemos que detectar las necesidades de nuestro espacio. Teniendo en mente que el mío pretende ser una mezcla de espacio de trabajo, scraproom y tocador, necesito una organización multifuncional que me permita transformar la mesa en función de la situación. 

Además, hay que organizar los muebles de manera que todo esté lo más accesible posible, sin agobiar el espacio. Reconozco que me gusta ver las scraprooms de las americanas ya que suelen tener una habitación especialmente dedicada a este fin pero realmente un espacio así me agobia bastante. No me gusta que las cosas estén a la vista, pequeña manía. El problema es que si haces manualidades, necesitas tenerlo todo relativamente "a mano". Entonces, ¿cómo salvar esta pequeña incoherencia mía?

Parto de la siguiente situación: tengo un tablero de 2 metros y dos cajoneras que me hacen la función de patas de la mesa a la vez que me aportan gran espacio de almacenaje. Con eso ya tengo una gran superficie de trabajo. ¿Funcional? Si. ¿Suficiente? No. Esta organización la tengo yo y otros cuatro millones de personas más. Eso es lo que no me gusta. Ahora hay que trabajar para personalizarlo. Y esa va a ser mi labor este mes. 

Objetivos: 

-Mejorar la organización.

-Personalizar algunos elementos.

Como la organización me da un poco de pereza, voy a empezar por una sencilla manualidad que va a dar mucha alegría a mi superficie de trabajo. 

Necesitas: 

-Un protector de escritorio de plástico

-Papel de regalo o cualquier otro papel que te guste. 

-Tijeras

-Adhesivo, preferiblemente en spray.

Paso a paso: 

1. Pulveriza (si utilizas otro tipo de adhesivo ten en cuenta que puede dejarte marcas) el adhesivo por toda la superficie del protector. Incide especialmente en las esquinas.

2. Coloca el protector sobre el papel extendido. Si tiene algún tipo de estampado que implique direccionalidad, elige bien cómo lo quieres colocar. 

3. Recorta valiéndote de los bordes del protector el papel et...voilà! Ya tienes tu protector personalizado.

Facil, sencillo y para toda la familia. ¡Queda precioso! Le da mucho color y un toque especial a un feo protector de plástico. Estudio bonito...¡prepárate que ya voy!

¿Te gustan este tipo de manualidades que personalizan un poco el espacio de trabajo? Lo puedes usar en la oficina también. ¿Te animas?