La Magia del Orden de Marie Kondo o cómo un libro puede llegar a cambiarte la vida.

La Magia del Orden de Marie Kondo o cómo un libro puede llegar a cambiarte la vida.

• 10.7.15

Partimos de un hecho probado ante notario: soy un desastre. Si, el primer paso para cambiar algo es reconocerlo y yo reconozco que no soy una persona organizada.

Soy una desorganizada adicta a la organización. Curiosa incoherencia la mía.

El caso es que si lees con relativa asiduidad este blog, te darás cuenta de que el orden me preocupa bastante y siempre estoy intentando idear la mejor manera de organizar mis cosas. (Aviso: la palabra "organizar" se va a repetir muchísimo a lo largo de este post). 

Leo muchísimos blogs sobre este tema, veo vídeos en Youtube, cuando veo una caja imagino sus usos, etc. Vamos, lo que viene siendo un Síndrome del orden crónico, vaya.

Si compartes medianamente este síndrome conmigo, seguramente me darás la razón cuando digo que esto lleva una insatisfacción constante: nunca encuentras la mejor manera, el método más eficiente...¿Verdad que me entiendes?

El caso es que hace ya algunos meses en una de mis búsquedas, di con un artículo en el que se hablaba de una organizadora profesional,una japonesa llamada Marie Kondo que proponía un sistema algo diferente a lo que había leído hasta ahora. (Si hay alguien que se dedica a esto profesionalmente, es que no somos pocos los que andamos obsesionados con este tema).

Lo que propone esta chica de aspecto angelical es un cambio total en la concepción del orden en casa huyendo de sistemas de organización que únicamente están pensados para almacenar más cosas de una manera más eficiente. 

 

Ella cree en el menos es más. 

Si algo quiere hacerte ver este libro es que una casa menos abarrotada hace que te sientas mejor, que reduzcas al mínimo el tiempo de limpieza y orden cotidianos y por consiguiente, reduzcas tu estrés porque no sé a vosotros, pero a mí la casa me estresa. 

El primer capítulo de La Magia del Orden habla de su historia como organizadora nata, de cómo llegó a obsesionarse por el orden, llegando incluso a organizar las cosas de su familia (con el merecido cabreo posterior, claro). 

Poco a poco, vas dándote cuenta de que ella quiere proponerte un cambio, que dejes de "almacenar" e inventar sistemas para amortizar el espacio porque así sólo conseguirás tener más y más cosas que después tendrás que ordenar constantemente, creando una situación de insatisfacción de la que es muy difícil librarse. 

Anduve googleando un poco sobre su método y finalmente, me decidí a descargar su libro La Magia del Orden. (Os dejo aquí el enlace de Amazon). 

Marie Kondo te propone que analices tu casa por categorías y no por estancias. Primera pista de que es un sistema distinto ya que la mayoría de los métodos de organización te instan a empezar habitación por habitación. 

Ella clasifica el método en varias fases, en función de la dificultad de romper el vínculo que tenemos con los objetos. 

Y es que nos cuesta más deshacernos de una fotografía o de un libro que de una camiseta o un jersey. ¿No estáis de acuerdo? 

Un apunte: este método tiene una cierta conexión con el Feng-Shui, con la idea de que los objetos tienen energía, etc. Puede que te resulte un poco raro al principio y puede que no entiendas cuando te sugiere que debes saludar a tu casa y hablar con tus armarios. Para extraerle el jugo no hace falta ponerse tan trascendental (aunque yo reconozco que a mí no me cuesta), puedes verlo igual de efectivo aunque no te sientas cercano a esta filosofía oriental. 

La Magia del Orden te propone seguir una serie de pasos. Son los siguientes: 

-Ropa

-Libros, papeles y objetos varios (komono)

-Objetos con valor sentimental

El método es sencillo: por categorías, saca todo lo que pertenezca a aquella fase en la que estás, independientemente de la habitación en la que se encuentre. Esto es verdaderamente importante: TODO lo que haya en la casa que pertenezca a esa categoría. Te sorprenderás de la cantidad de ropa que tienes por la casa repartida sin darte cuenta. Bien, ¿y ahora qué? 

Ahora hay que desechar, deshacerte de todo aquello que no necesites, no quieras o estés guardando sin sentido. ¿Cuál es el criterio? Deshazte de todo lo que no te haga feliz. 

Si lees el libro ella te explicará a la perfección en qué consiste esa frase pero yo te hago un adelanto. Parece una tontería pero según tocas un objeto, sabes si te gusta o no y si quieres conservarlo o no. En la primera categoría, me deshice de seis bolsas grandes de ropa que no me sentaba bien-ya no me gustaba-hacía siglos que no me ponía. Todo el mundo que conozco que ha leído el libro se ha deshecho de una media de cinco bolsas de ropa. Ya me dirás si tú cumples esta media. 

Una última cosa importante y una de las que más llaman la atención: el modo en el que se dobla la ropa es radicalmente distinto al que usamos. Tendemos a apilar la ropa en montones, lo que dificulta bastante tener una visión total de todas las cosas que tenemos. Lo guardamos en estanterías igual que en las tiendas. Sin embargo, ella propone guardar las cosas así: 

Si, es el cajón de mis camisetas. Y no, así no se arrugan. (Yo pensaba lo mismo al principio, tranqui).

Te voy a dejar un par de enlaces donde se explica cómo hay que doblar las prendas ya que es muy curioso. 

Aquí puedes verla doblando ropa interior. Por cierto, uno de los aspectos que más llamó mi atención es que ella insiste mucho en el libro que tendemos a maltratar la ropa interior. Tiene razón, ya veréis. ¿Quién no hace un "morondongo" con los calcetines metiendo uno dentro del otro?

Aquí el sistema de doblado de camisetas y jerseys. Si, para saber si están bien doblados, tienen que sujetarse sobre sí mismos ellos solitos. 

No voy a seguir contándote en qué consisten exactamente las otras categorías porque creo que el libro merece mucho la pena y es mejor que te lo cuente ella pero quiero que sepas que el cambio que ella propone es duradero, no es una de estas dietas de efecto rebote. 

Desde que leí el libro y me deshice de aquello que no necesitaba, la casa está más ordenada y se ha reducido al mínimo el tiempo de organización y limpieza. Aunque el método de doblado me parecía un verdadero coñazo y un sinsentido, he descubierto que es más rápido y facilita el uso. 

Muy muy recomendable. 

Si lo has leído o conoces a alguien que lo haya hecho, cuéntanoslo. Y si conoces algún otro método o libro que vaya sobre esta filosofía, compártelo con nosotros en comentarios, estaremos encantados de leerte. 

Por cierto, os presento al cajón de mis pijamas. Reconozco que tengo un problema con el gris para la ropa de casa y no me dí cuenta de ello hasta que los puse todos juntitos doblados con el método Kon-Mari. 

¿Os animáis a seguir su sistema?