Cuidados pre-vacaciones: Calcetines exfoliantes o cómo preparar tus pies para lucir sandalias.
Aún no ha llegado el verano pero ya promete.
Parece que el calor ha venido con ganas de quedarse y es momento de desempolvar camisetas cortas, vestidos y las maravillosas y cómodas sandalias. Esta época es tan deseada como temida porque implica un cuidado más minucioso de algunas partes del cuerpo que durante el año pueden pasar más desapercibidas como son, por ejemplo, los pies.
Antes de nada yo voy a reconocer que me cuesta bastante cuidarmelos. Soy un poco perezosa con la pedicura y tengo un problema bastante serio de hidratación que hace que suela tenerlos resquebrajados y muy secos.
Bueno, solía tener ese problema porque desde tengo la suerte de haber encontrado una rutina de productos que me funciona eficazmente para hacer un mantenimiento durante el año y unos productos de cuidado más específico de cara al verano, como una especie de preparación a las sandalias.
He pensado publicar este post ahora que aún estamos a tiempo para cuidarnos ya que este tratamiento en concreto necesita unos días para que podamos apreciar los resultados.
¿Que de qué os hablo? De mis salvadores: los calcetines exfoliantes.
Conocí este producto hace algunos años, creo que gracias a Icegirlventura. Como en aquel tiempo mis pies me avergonzaban porque solían estar muy secos, tendían a descamarse y me costaba mucho dar con una crema hidratante que me funcionara, lo compré sin mucha esperanza, alentada por sus prometedores resultados y os prometo que ha supuesto un antes y un después en mis veranos.
Yo os voy a hablar en concreto de los calcetines exfoliantes de la marca Podosan porque son a los que siempre he tenido acceso. Sé que ahora los supermercados DIA han sacado unos en su marca blanca de los que se están hablando maravillas pero como aún no los he probado no puedo recomendarlos. El funcionamiento por lo que he leído es el mismo, así que les daré una oportunidad.
Ahora seguramente te estarás preguntando en qué consisten y cómo se utilizan, pues bien, no tienen mucho misterio. Se trata de unos calcetines de plástico que vienen impregnados en una solución en textura gel basada principalmente en los ácidos glicólico y láctico, muy conocidos por sus propiedades exfoliantes.
Los calcetines vienen sellados y hay que cortarlos con una tijera para abrir una ranura superior por la que introducir el pie. Además, en el pack vienen unas pegatinas que nos ayudan a ajustar el calcetín al talón para evitar que el gel se escape. Yo normalmente me pongo unos calcetines encima para sentirme más cómoda y poder levantarme en caso de necesidad, ya que tienes que llevarlos puestos alrededor de una hora.
Pasado este tiempo, hemos de enjuagar los pies para retirar el exceso de producto. Cuando lo hagas no vas a notar ningún efecto. Tranquilos, que es normal porque tiene que pasar un tiempo hasta que se vaya desprendiendo la piel muerta.
Yo suelo hacerlo por la noche para que durante el sueño empiecen a notarse resultados.
La primera vez que los utilicé empecé a notar que la piel se descamaba la mañana siguiente aunque no fue pasado el primer día cuando pude comprobar su alta eficacia.
Esto que os voy a contar ahora es un poco "asquerosete" pero refleja por completo el efecto del producto, os explico con detenimiento:
La primera aplicación la hice un jueves porque el fin de semana me iba a Madrid a pasar el finde con J. (cuando aún no vivíamos juntos ni aquí, qué cambios da la vida). Como no noté mucho efecto a la mañana siguiente, no me dí cuenta de que no era buena idea meter en la maleta como única opción una sandalias. Cuando llegamos a Madrid por la tarde-noche, fuimos a cenar por ahí y después al teatro. Cuando iba caminando, notaba los pies como "sudados", como si se me resbalara la suela. Iba muy incómoda así que me paré a sentarme en un banco pensando que ajustando mejor la tira podría andar mejor. ¡Ay, madre cuando me miré la planta del pie! No me estaba resbalando, es que se me había desprendido la planta del pie, ¡como si llevara una plantilla! Fin de la parte asquerosa.
En ese momento recordé como Icegirl contaba que tenía que ir barriendo la casa porque iba dejando la piel por ahí cual lagarto. ¡Y yo no me lo creí! Ingenua de mí pero vaya, que pude comprobar a la perfección que su experiencia era fiable.
Desde entonces, cada año, antes de estrenar la temporada de sandalias me hago esta especie de "cura" para favorecer que mis pies estén bien acondicionados para enfrentarse al tute que supone llevar el pie al descubierto. Además, cada día, aplico crema hidratante, incidiendo especialmente en los talones, ya que es la parte que más suele sufrir.
El proceso de exfoliación dura varios días durante los cuales no es aconsejable utilizar cremas hidratantes. Simplemente puedes facilitar o acelerar el resultado sumergiendo los pies en agua caliente y secándolos con mucha suavidad. En una semana tendrás los pies bien acondicionados, con unos resultados estupendos.
Como advertencia te digo que puede que notes los pies muy secos durante el proceso e incluso puedes llegar a sentir picor, es algo normal así que no te preocupes. También puedes notar que las uñas están más ásperas debido a la alta concentración de alcohol que tiene el peeling. Yo aprovecho este momento para descansar las uñas, ya que siempre las llevo pintadas. Una semanita al año, no hace daño, ¿no?
Pasado este tiempo, conviene que hagas una buena pedicura para eliminar la piel muerta que puede acumularse también en el borde de la uña y apliques de manera constante una crema hidratante específica para pies.
Durante el invierno aplico crema hidratante después de la ducha, normalmente una de Neutrogena , el Bálsamo hidratante relajante, que no puedo fotografiar porque ya la he terminado y no voy a reponer hasta que no llegue el frío de nuevo.
En verano utilizo fórmulas más ligeras. Esta vez voy a utilizar esta que venía en pack junto con los calcetines, ya os contaré qué tal con ella por Instagram o Snapchat.
¿Tienes algún cuidado especial de cara al verano? ¿Me lo cuentas?
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