Deco: Rincones de mi salón

Podría pasarme horas mirando fotos de las casas de los demás, cogiendo inspiración y buscando nuevos planteamientos para la decoración de mi hogar. La carpeta de Pinterest echa humo y, como ya os dije hace algunos meses cuando compartí algunos rinconcillos de mi habitación, creo razonable devolver al mundo virtual el gran favor que me hace cuando comparte pedazos de su hogar compartiendo algunos del mío. 

Hoy es el turno del salón-comedor y como ya os conté en el proyecto Saving the world one room at a time, el espacio es abierto, formando una única estancia con la cocina. 
El planteamiento tenía que resolver varias dificultades que requerían una división visual de los espacios sin desaprovechar ni un centímetro. Es decir, tenía que configurar un espacio de entrada/hall ya que no hay un recibidor como tal, una zona de comedor, un espacio de trabajo y el salón propiamente dicho. 

Uno de los aspectos que más me gustan de esta casa es precisamente su distribución abierta si bien es cierto que a la hora de decorar y plantear espacios supuso un pequeño reto. Después de mover los muebles muchísimas veces, creo que he dado con la configuración que más nos convence, una distribución que permite tener áreas bien delimitadas que fluyen con bastante naturalidad. 

Nada más abrir la puerta a mano derecha, encontramos una pequeña zona de recibidor, con un perchero y una pequeña estantería. Como aún no tengo bien configurada la decoración de este espacio no os lo voy a enseñar hoy, aunque no descarto hacerlo pronto por Snapchat o Instagram. 

A mano izquierda hemos decidido situar la zona de comedor. Como normalmente comemos nosotros solos hemos decidido colocar una mesa redonda contra la pared, anulando dos de los asientos aunque hay espacio suficiente para desplazarlo en caso de tener invitados. 
No nos hemos complicado demasiado con este rincón, simplemente hemos situado la mesa bajo la ventana para recibir bastante luz y hemos colocado en la pared un espejo con forma de ventana para que la luz rebote y proporcione una sensación de amplitud junto con un par de láminas sencillas y unas plantas en la ventana, no se necesita mucho más. 


Para delimitar la zona del salón decidimos utilizar el sofá como separador. Mi idea era colocar una pequeña consola detrás del sofá para ampliar el espacio de almacenaje pero teniendo en cuenta que J. trabaja muchísimas horas con el ordenador y que pasaba demasiado tiempo en el estudio encerrado, creímos conveniente habilitar una pequeña zona de trabajo en ese espacio para que pudiéramos hacer vida "familiar" aunque él estuviera ahí sentado. 
De este modo, colocamos una mesa de escritorio muy versátil, con un diseño bastante sencillo que no supusiera demasiado impacto visual. Así, él puede estar trabajando ahí mientras yo estoy en la cocina o viendo algo en la tele. Compramos una silla cómoda (requisito fundamental) y colocamos una pequeña lámpara como luz de ambiente.

Detrás colocamos el sofá y configuramos la zona de salón como tal. Ahora mismo tenemos este sofá de Ikea que nos sirve como dormitorio improvisado de invitados aunque queremos invertir en otro más cómodo que se adapte mejor al espacio que tenemos, probablemente con una chaise longue que incluya opción de almacenaje y una cama que simplemente se saque empujando la parte inferior del sofá para no tener que desplazar los muebles cada vez que alguien venga a dormir. 

Los tonos elegidos para el salón son gris, blanco y menta así que es en el sofá y en los pequeños detalles decorativos donde encontramos esos pequeños acentos de color. Tengo ganas de probar a meter algo de color mostaza que contraste un poco con la decoración neutra que tenemos. 

Tenemos la suerte de tener como frontal del salón una estantería gigante de obra que nos permite almacenar nuestros libros, películas y toda nuestra música. Sirve, además, como espacio de almacenaje ya que tiene unos armarios con puertas en la parte inferior y como mueble para la televisión y resto de aparatos. En un principio me parecía demasiado grande pero ahora que ya va cogiendo forma me parece todo un acierto porque nos hemos ahorrado un montón de dinero en muebles de almacenaje y además, tiene un punto bastante original. 

Junto a la estantería, cerca de la zona de la cocina colocamos un armario de almacenaje extra del color verde menta (¡cómo no!). En él tenemos guardada la vajilla y los manteles y demás textiles de mesa. Me encanta este mueble de aspecto industrial porque creo que le da un toque distinto a la decoración neutra y contrarresta muy bien con los muebles de madera blanca. 

También teníamos claro que queríamos incluir una mesa baja de salón que incluyera espacio de almacenaje (es el lugar donde me siento a planificar la semana, los menús semanales, etc) y que tuviera una parte abatible para poder cenar cómodamente. ¡Y es que no hay mayor placer que cenar sentaditos en el sofá viendo alguna serie!

Esto es todo por hoy, aún tengo pendiente de colocar en la pared del sofá los cuadros ya que tengo pensada una composición de algunos de distintos tamaños. También tenemos la intención de comprar una alfombra que se adapte mejor al espacio ya que ésta la compramos deprisa y corriendo por salvar el paso pero no nos gusta demasiado. 

¿Qué os parecen estos rincones del salón? ¿Cómo solucionaríais vosotros la distribución?

1 comentario

  1. Hola Nerea! Te sigo en Ig (allí soy Esprit_de_escalier) y me encanta tu galería. Me ha gustado mucho este post,qué preciosidad como has decorado el comedor! Además está muy bien distribuido, le has sacado mucho partido. El mueble metálico en tono menta me ha enamorado y creo que queda genial en el conjunto, le da un toque diferente pero muy bien integrado! Besos!

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Encantada de escucharte :)

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