Proyectos en marcha: mesa de trabajo para la habitación.
Tengo la suerte de tener una habitación grande. Y cuando digo grande, digo realmente grande porque yo no estoy acostumbrada a dar más de cinco pasos desde los pies de la cama hasta la otra pared de la habitación. Esto tiene una ventaja y un inconveniente: hay mucho espacio. Demasiado.
Igual te preguntas, ¿por qué dices ventaja e inconveniente? Tener espacio es, obviamente, una ventaja. Si, ahí estamos de acuerdo. Entonces, ¿cuál es el inconveniente? Pues que lo tienes que llenar.
Entonces empiezas a buscar inspiración en Pinterest y una cosa lleva a la otra y la otra a la otra y al final acabas descargándote tres apps de diseño en la tablet, te aprendes de memoria los catálogos de las tiendas de decoración y tu rinconcillo idílico mezcla de tocador y mesa de trabajo se convierte en una obsesión.
Tengo el estudio ya configurado más o menos como quería: un espacio de trabajo para mi costillo y para mí lo suficientemente grande para no molestarnos mutuamente. Mission accomplished. La cuestión es que la habitación tiene una luz perfecta para trabajar e incluso para maquillarse y nos hemos estado planteando sacar un rinconcito para poner una pequeña mesa. Lo que tengo claro es que no quiero un espacio sobrecargado, no quiero una mesa de despacho llena de cosas. He estado inspirándome por ahí y cogiendo varias ideas y me muevo en cosas como éstas:
Os dejo un enlace a un tablero de inspiración de Pinterest donde tengo más inspiraciones. Me tengo que pasar por la nueva tienda de Kenay Home en Nuñez de Balboa, 59 para ver en directo las mesas que me han gustado y decidir si fabricar una propia con las ideas que tengo o invertir en una de estas preciosidades (especialmente la primera, la Yioh de Kenay Home o la última, la Fjord de Maisons du monde).
¿Me ayudáis a decidirme? ¿Os gusta alguno de los que os he enseñado? ¡Qué indecisión!
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